Cuestión de carácter

 

Por Jonatan Serrano

Málaga. 13/11/09.- Hace tiempo ya que desde esta misma sección se advertía de la mala imagen que supone para Málaga capital que los turistas, sobre todo los que llegan plácidamente vía un buque de cruceros, se encuentren con la ciudad cerrada a cal y canto tanto los sábados por la tarde como los domingos y festivos. Ahora, los grandes operadores también se suman a esta queja haciéndose eco de una vieja demanda del sector local que denuncia una situación que impide, básicamente, la eclosión de la industria turística de la capital de la Costa del Sol. Porque si las autoridades municipales luchan por convertir a la urbe malacitana en un destino de cruceros y ‘city breaks’, o sea de fines de semana, la maldita Ley de Comercio está consiguiendo justamente lo contrario. En pocas palabras, es como intentar hinchar un globo a cuchilladas: la intención está ahí, sin duda, pero el globo como que no acaba de engordar…

Pero no nos engañemos. Esta rocambolesca y casi esperpéntica situación viene de lejos y entronca, además, con el carácter de estas grandes urbes que meramente sirven, o mejor dicho que quieren dejar de servir, como cabeza de puente para el sector turístico provincial, para aquellos destinos que ya existían en las proximidades pero que carecían de puerto o aeropuerto de entrada (y salida, claro). Palma de Mallorca es otro ejemplo. Recuerdo que lo que más le sorprendía a mi padre, foraster de pro y a mucha honra, era la escasa o nula vida urbana de Palma durante los fines de semana. Me contaba con añoranza sus domingos en una vibrante Madrid, con su Gran Vía, su Sol o su Plaza Mayor sumidas en un ajetreo constante, llenas de actividad, de gente, de vida. Mientras, en Jaime III se podría haber rodado la mítica escena de ‘Abre los ojos’, donde el moreno guaperas está más solo que la una, o directamente ‘Soy leyenda’. Y sin cortar calle alguna, oiga. Por eso no sólo la Ley de comercio es un escollo a salvar, sino también la mentalidad y el carácter de ciudades como Palma o Málaga. Y eso ya lo veo yo más chungo…