El más difícil todavía

Por Vivi Hinojosa

Madrid. 03/09/2010.- Cuando aún no disponemos de los resultados del mes estival por excelencia, aunque la impresión general de los empresarios es positiva, a costa de bajar los precios, eso sí, aparecen nuevas dificultades en el horizonte, en este caso en el de nuestros principales mercados emisores. Y es que, cuando la semana pasada nos felicitábamos en estas mismas líneas por la tímida recuperación en las llegadas de británicos y alemanes en julio, de apenas un 2 por ciento, no intuíamos que la amenaza que se cernía sobre el emisor germano se convertiría en una realidad tan pronto.

Así, la nueva tasa aprobada por su Gobierno que gravará desde ya todos los billetes de avión para ayudar reducir el déficit público, con recargos que van desde los ocho euros hasta los 45 en función de la distancia a recorrer, retraerá la ligera reactivación del consumo en el país. De hecho, las aerolíneas alemanas ya han calculado las pérdidas provocadas por esta medida: siete millones de pasajeros y 10.000 empleos menos. El Reino Unido tiene una tasa similar, que precisamente también se incrementará en noviembre; y los hoteleros españoles temen que esta medida se acabe aprobando en el ámbito de la Unión Europea.

Sin embargo, las consecuencias de este nuevo impuesto aún no están claras ya que gravará con un mayor importe los vuelos de larga distancia a destinos competidores como los del Caribe, aunque los empresarios se han apresurado a matizar que el encarecimiento del transporte aéreo nunca es bueno. Los más perjudicados, las compañías de bajo coste y los aeropuertos que dependen de este tipo de tráfico. Por el contrario, las grandes líneas aéreas como Lufthansa se verán menos afectadas porque muchos de sus vuelos tienen la consideración de interconexión y quedan por tanto exentos del nuevo tributo. Aún así, todas han puesto el grito en el cielo. Ahora sólo nos queda esperar para ver el efecto en el ánimo del consumidor, que será cuando a los hoteleros, como si estuvieran en una actuación circense, les llegue el turno de hacer el más difícil todavía.