Hacer leña del árbol caído

Por Vivi Hinojosa
19/08/2010.- Kiss Flights se ha convertido en la última víctima de esta crisis. Bueno, más bien sus sufridos clientes. La empresa turística de bajo coste propiedad del grupo británico Flight Options, ha suspendido sus operaciones para hacer frente a su difícil situación financiera. Los más de 13.000 turistas que en ese momento estaban disfrutando de sus vacaciones en Grecia, Egipto, Turquía y Canarias, podrán regresar a sus lugares de origen con normalidad en los próximos días, según asegura la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA).

A pesar de ello Ryanair se ha erigido en salvadora de los clientes afectados a los que, sin un minuto que perder, les ha ofrecido una “tarifa rescate” para devolverles a sus lugares de origen por 69 libras, o 99 como se indica en otro párrafo de la nota de prensa (unos 84 o 120 euros, vamos, sus tarifas habituales), incluyendo tasas y cargos salvo el del equipaje. Este precio se aplica a sus vuelos a Liverpool desde Lanzarote y Tenerife, a los aeropuertos londinenses de Luton y Stansted desde Lanzarote, así como a Glasgow desde Alicante, Faro, Gran Canaria, Lanzarote, Málaga y Tenerife hasta el 9 de septiembre, si se reserva antes del próximo 25 de agosto.

Pero si, como confirma la CAA, “la gente que está fuera no tendrá problemas; nos aseguraremos de que todo el mundo pueda volver de sus vacaciones”, realmente está iniciativa salvadora no tiene sentido a no ser que sea para obtener publicidad gratuita (“qué buena es Ryanair que viene a rescatarnos”), algo a lo que la low cost nos tiene ya acostumbrados con sus estrategias publicitarias poco ortodoxas en las que utiliza a personajes de la vida social y política sin su consentimiento. Y aunque horas después, cuando arrecian las críticas y las amenazas de demandas judiciales, pide disculpas y retira los anuncios, el impacto ya está conseguido.

Además, sus portavoces aprovechan la coyuntura para recomendar a los pasajeros que reserven sólo con aerolíneas “financieramente estables”, como Ryanair, por supuesto, que con 3.000 millones de euros de cash, es una de las compañías más fuertes en el Viejo Continente. No digo que no sea cierto, pero qué poco me gustan sus artimañas, aunque no sé de qué me sorprendo.