Por Vivi Hinojosa
28/01/2011.- En la presentación oficial de AC by Marriott un exultante Antonio Catalán anunciaba para este año un “un presupuesto agresivo de subida de precios” porque “resulta imposible mantener los actuales”. Claro que su cadena ahora se encuentra respaldada, y de qué manera, por los potentes canales de comercialización y reservas del grupo estadounidense. Otras voces se han levantado en este sentido en la pasada edición de Fitur, confirmando que ya hemos tocado techo en caída de precios y que a partir de aquí lo único que puede asegurar la rentabilidad de las empresas, y por lo tanto su supervivencia, es una estrategia de tarifas al alza.
Cierto es que, debido a la crisis y como método rápido y hasta cierto punto fácil para atraer a la demanda, pero también favorecido por la competencia de las empresas low cost, los precios del sector nunca han estado tan bajos, en términos comparables. La duda que me asalta es si esa demanda está ya preparada para afrontar tarifas más altas porque, seamos sinceros, la situación económica de las familias no es mucho mejor que la de hace unos meses. En Alemania sí, pero no aquí. Y con el alza en ingredientes básicos de la cesta de la compra como los consumos energéticos y unos sueldos que, en el mejor de los casos, se mantienen inamovibles, el bolsillo del españolito no está para muchas alegrías.
Afortunadamente el mercado se rige por sus propias leyes de la oferta y la demanda y sólo tendremos que esperar para ver en qué punto se logra el equilibrio entre los intereses de las empresas del sector por regresar a los niveles de rentabilidad que aseguren su supervivencia, con unos precios atractivos que fomenten el consumo.
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