Por Fernando Urrea
19/1/11.- Con todas las incertidumbres abiertas, con todas las desconfianzas, con todas las incredulidades, pero con un punto de ilusión se abre la primera Fitur de una década que puede ser la de la recuperación de la rentabilidad y consolidación de la actividad turística. Las cifras de la Organización Mundial del Turismo confirman que 2010 ha sido mejor que el anterior y que las perspectivas de crecimiento para los destinos están por encima del 3 por ciento. No suplirá las perdidas de 2008 y 2009, pero supone un cambio positivo de tendencia por las buenas noticias económicas que llegan de Alemania y la dinámica del mercado del Reino Unido. Pero la recuperación también va a depender de lo que Administraciones y empresarios hagan y pacten para revitalizar la oferta con mejoras y promoción. Sebastián Escarrer lo ha dejado muy explícito, que es necesario un pacto de Estado para inyectar al turismo más energía en medios y en consideración, sin eludir esa vieja y necesaria aspiración de regular la cifra de plazas en las zonas vacacionales. Sobran habitaciones. Y mientras no se racionalice la oferta no aumentará la capacidad de presión y negociación con los operadores, la calidad de los visitantes y la rentabilidad empresarial. También para tomar contacto y hablar de estas cosas está Fitur, la feria de la que puede salir un panorama más despejado para el turismo español.
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