Por Fernando Urrea
Madrid. 7/09/10.- El futuro inmediato del negocio del transporte aéreo probablemente se va a centrar en el mercado iberoamericano, zona que no ha sufrido tanto como Europa y Norteamérica por la crisis, que tiene unas perspectivas razonables de crecimiento económico y que va a precisar de grandes infraestructuras y una red de conexiones aéreas entre países y con conexiones intercontinentales de amplio desarrollo. Se está viendo ya en la fusiones en Chile y Brasil, México y Argentina están a la espera, y en otros países esperan a las grandes compañías como agua de mayo. British e Iberia están en la tesitura de consolidar la fusión, depurar sus ámbitos de acción y cometidos, y trazar una línea estratégica de negocio ambiciosa y a largo plazo. Uno de los temas pendientes, pero inmediato, es disponer de una línea de bajo coste en los aeropuertos periféricos más interesantes de España para nutrir a los vuelos intercontinentales y de medio y largo recorrido en Europa. Y después, o simultáneamente, parecida operación en países americanos, sin descartar la compra o fusión de líneas consolidadas de marca pero en dificultades de viabilidad. Parece que se confirma que British-Iberia van a dar la batalla en el creciente flujo América-Europa.
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