Gabriel Hilton
31/3/09.- Aún no han recibido un euro los acreedores de Viajes Marsans, esperanzados en cobrar después de la venta de la sede central del holding en el Campo de las Naciones, y parece que el retraso se prolonga porque con lo percibido con dicha venta antes tienen sus dueños que abordar otros pagos más apremiantes.
Así que el gozo de algunos hoteleros que soñaban con salir un poco del atolladero- al menos los medianos y pequeños- se ha quedado en un pozo: gran parte de la venta se ha destinado al préstamo del edificio corporativo, casi un 90 por ciento de lo percibido, y apenas si ha quedado algo para los acreedores.
Ante esta demora, el Grupo Barceló ha reaccionado poniéndoles en prepago, pues considera que la situación anómala de la división emisora no se solventará a corto plazo e incluso duda de que se recuperen en el medio debido a la crítica coyuntura que vive la economía española.
En Barceló nunca han tenido manía en lo relativo a dinero -ni la tuvo el pionero ni la tiene el sucesor- y han cortado por lo sano, lo que ha sentado muy mal no sólo en la cúpula de Viajes Marsans sino que también en la casa matriz, ya que puede sentar un precedente con otros colegas.
En efecto, dos grandes grupos—Sol Meliá y Soltour—vienen debatiendo desde hace meses llevar a prepago a Viajes Marsans, pero al final han decidido no tomar medidas drásticas, entre otras razones por los avales de los dueños y porque no quieren situar en una posición crítica a la empresa dirigida por José María Lucas.
¿Habrá otras empresas que secundarán a Barceló? Ese es el temor que hay ahora mismo en el Campo de las Naciones, pues son conscientes de que algún acreedor se lo está pensando, que no es el caso de Riu, compañía que se ha mostrado comprensiva por el buen comportamiento recibido en el pasado.
También las hoteleras medianas radicadas en Catalunya -con deudas importantes, aunque no tanto como las empresas radicadas en Mallorca, donde el débito se cifra en decenas de millones de euros- están por la labor de darle más tiempo a Viajes Marsans, según hemos sabido de las implicadas.
Todos están a la espera, sobre todo las más informadas, de que se cierre alguna que otra operación de venta, incluida la propia división emisora, demostrándose de esta manera que lo anunciado hace medio año por este digital era totalmente cierto y erróneo lo que decían los medios afines y el entorno de Lucas.
Viajes Marsans está mal, diga lo que diga su director general y presente los números que presente, aunque la culpa ni sea de él ni de la propia división emisora, sino de otras del grupo que se han alimentado de ella a lo largo de estos años, y por no pagar ni siquiera lo está haciendo la asociada a la boyante Club Caribe.
La crisis que se vive en nuestro país también ha afectado a VM, lo mismo que a sus colegas, pero unos -los competidores- lo llevan con más sutileza y más mano izquierda que otros -el director general y su equipo-, que actúan a impulsos y en ocasiones con insultos.
También el orgullo de sus dueños -¿vale tanto la división emisora como piden? -está influyendo en la difícil situación por la que atraviesan, como si ahora asistiéramos a un momento económico similar al que se vivía cuando tuvo lugar la venta de Pullmantur…
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