Por Fernando Urrea
Madrid. 23/06/10.- La obsesión del dirigente del todopoderoso grupo turístico alemán por configurar unos modelos turísticos a la medida de sus estrategias de comercialización y venta, le lleva a lanzar mensajes negativos a los mercados sobre destinos que son ejemplos en el mundo. Dicen que Mallorca pierde fuelle y proponen, más bien exigen, que aumente el número de hoteles con todo incluido. A precios bajos, claro, como en Turquía, que es ahora el referente para que cedan los empresarios, acuciados por la situación actual, y temerosos de lo que pueda ocurrir el año que viene. Baleares y otros destinos españoles donde van los clientes de TUI no son comparables ni con los de Turquía ni con los de otros países del Mediterráneo. Por muchas cosas que tienen que pesar algo más que pesan los precios. Es el mercado el que ha perdido fuelle, no destinos como Mallorca, el levante peninsular, Canarias o Andalucía, que siguen siendo ideales para el turismo familiar europeo. Ahí están las últimas encuestas de satisfacción del turista en general que igualan España a las zonas del Caribe. Ni autoridades ni patronales deben ceder a las pretensiones de ningún grupo, pero sí colaborar con ellos para que no sigan restando reputación, para que no presionen más por precios, para que no intenten degradar un turismo que ha sido ejemplar y que todavía tiene mucho que decir. Es que si Mallorca y Tenerife necesitan a TUI, TUI necesita a Mallorca y Tenerife. Menos mensajes negativos.
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