Marga AlbertÃ
20/7/09.- La alarma ante la gripe A está empezando a desatarse de verdad. La OMS ha dicho por activa y por pasiva que no sirve de nada restringir los viajes, con nivel máximo de alerta o sin él, pero nadie parece recordarlo. Las decisiones unilaterales vuelven a cobrar fuerza. El Gobierno británico dice que este invierno se producirán cien mil contagios diarios y 65.000 muertes, y de ahà a que algunas aerolÃneas prohÃban por su cuenta y riesgo volar a los pasajeros [a juicio de los empleados de facturación] sospechosos de contagio no ha habido más que un paso. Habrá que ver las indemnizaciones a las que tienen derecho las vÃctimas de esta nueva polÃtica aérea si demuestran que lo suyo sólo era un simple resfriado. El Gobierno deberÃa intervenir para atajar una situación que puede ocasionar graves trastornos a los pasajeros y provocar un efecto en cadena en otras compañÃas más contagioso que la propia gripe, pero parece estar cociéndose en su propia alarma. Recomendar a los británicos que si viajan al extranjero tengan cerca atención médica por lo que pueda pasar no invita precisamente a hacer turismo. No hace falta recordar que el paÃs es uno de los principales mercados emisores para España, que el miedo da alas y que de ahà a cancelar vacaciones y quedarse en casa sólo va otro cortÃsimo paso.
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