No dan la cara

Madrid. 1/06/10.- Hay problemas de puntualidad en los aeropuertos españoles. Las compañías aéreas están perdiendo dinero y los usuarios están perdiendo tiempo y paciencia por la actitud obstruccionista de los controladores, que dicen que trabajan a reglamento y siguiendo directrices de “circulares internas”. A ver qué eso. No dan la cara. A pesar de la decisión de la autoridad judicial laboral, no terminan los controladores de aceptar que forman parte de un sistema de empresa pública donde puede haber diferencias de salarios y condiciones de trabajo por su propia naturaleza, pero que jamás un gobierno responsable podía dejar en el limbo ese abismo de sueldos, endogamia, horarios, horas extra a precio de oro y acceso a la profesión, entre otras prebendas de grupo privilegiado. Cuando todo los funcionarios, todos los políticos, parlamentarios, alcaldes y concejales, y hasta los jubilados tienen que estrecharse a la fuerza su capacidad económica, parece que los controladores viven en otro mundo. Pero no dan la cara. No admiten que mantienen una huelga. De celo, o de rabia, o de lo que sea, pero huelga encubierta. Mantienen la postura de fuerza, aunque ya saben que al ministro no le tiembla el pulso. El ministro ha hecho lo inmediato, pero ahora, si los controladores siguen en su actitud, tiene la obligación de afrontar el problema para solucionarlo cuanto antes. Tiene que cambiar el sistema. Y quitarse de en medio las rémoras. No se puede seguir así, perdiendo dinero, tiempo, imagen de seriedad y paciencia por culpa de unos empleados públicos que siguen teniendo sueldos de ensueño y las riendas operativas del tráfico aéreo comercial.