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Por Tomás Cano
Palma. 13/05/10.- El Boeing 737-800 se dirige a Barcelona desde Lanzarote, el vuelo es normal hasta control de Sevilla, de ahà nos pasan al control de Barcelona. Barcelona está obligado a darte la “standard arrival†y pista en servicio. Pasamos pues, al control de Barcelona, nos indican que nos dirijamos al punto Matex 1Y, y nos dicen que la pista en servicio es la 25 derecha, la misma información que daba el ATIS, sobre la información del aeródromo al que nos dirigÃamos.
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Llegamos al punto Rulos que es el inicial approch Fix, y a partir de ahà es un cúmulo de despropósitos. Nos dan vectores radar para dirigirnos a la pista 25 derecha y a 2.000 pies, o sea a 600 metros sobre el suelo, de noche y entre nubes, nos mandan con rumbo a tierra hacia las montañas en un principio para interceptar localizador de la pista 25 derecha, el localizador de ILS de esta pista esta inoperativo, sin luces de pista, según la indicación del EFIS o computador de a bordo, vemos que estamos cruzando el localizador de la pista 25 derecha a 9 millas de esa pista. Llamamos a la torre y le indicamos que el localizador de la 25 derecha no funciona.
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La respuesta no se hace esperar: “¡Disculpe!, ponga rumbo 210º y autorizado a pista 25 izquierdaâ€, nosotros contestamos por favor enciendan las luces de la pista y por favor el ILS para aproximación a esa nueva pista. Al final aterrizamos todos sanos y salvos, la maniobra para nosotros de cambio de pista fue irregular pero que le pregunten al pasaje cuando bajo como se sentÃa.
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En vuelo te mueves en 3 dimensiones: de derecha a izquierda y de arriba a abajo.
Los aviones modernos te dan seguridad, tranquilidad, y fiabilidad, como te quiten todo esto te lo quitan todo.
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Todo esto me recuerda la historia de un famoso cirujano catalán que su mayor ilusión era volar en cabina y ver como nos movÃamos entre tantos instrumentos. Todo le llamaba la atención: cómo puede uno moverse a 900 kilómetros por hora y a 50º bajo cero y aterrizar sin problemas; el prestigioso médico sentado en uno de los asientos de cabina dijo: “¡Os enfrentáis a la muerte, es una lucha contra la fÃsica y contra las cuatro fuerzas tracción, gravedad, sustentación, y resistencia al avanceâ€. El Comandante le contestó: “Esto que hacemos es parecido a lo que usted hace cuando opera y tan arriesgado es en algunos momentosâ€; el respondió: “Si yo me equivoco muere el paciente pero a mà no me pasa nadaâ€. Después de sus palabras el silencio más absoluto se hizo en la cabina.
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