Por Paco Aliaga
19/8/10.- Esto empieza a ser plaga y preocupante. En la mayoría de hoteles antiguos no hay balcones, pero ya se llama balconing ese ejercicio de saltimbanqui por amor al arte y al riesgo que está dejando muertos y heridos entre turistas descerebrados o fuera de sus cabales por exceso de copa y otras sustancias más peligrosas. No había balcones, pero en los tiempos de los viajes de estudios algunos jóvenes ya saltaban de terraza a terraza o de ventana a ventana con nocturnidad y por hacerse los valientes. Luego fueron los holligans, pero ahora ya una víctima rumana. Este ejercicio de salto de terrazas o de terraza a piscina se ha internacionalizado y parece que gana adictos cuanto más se difunde. Los vídeos está en youtube y eso genera mimetismo. No está prohibido, es difícil de impedir y los hoteleros no pueden hacer más que eso, clasificar clientes a ojo de buen cubero, alojarlos en pisos bajos, vigilar, expulsar a alguno y rezar para que no pase ninguna desgracia de esas que los medios magnifican y producen un efecto perverso en el turismo de la zona o en la imagen del destino. La pregunta es si alguien puede hacer algo más para evitar esta práctica insensata.
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