Otra vez los controladores

Por Fernando Urrea

Madrid. 14/06/11.- Aumentan las quejas de compañías extranjeras por los retrasos aéreos. Las nacionales también padecen esperas en las pistas de algunos aeropuertos españoles, pero menos. La sensación entre los profesionales de tierra es que algo está pasando otra vez con los controladores. Como siempre que se produce una situación conflictiva en la fluidez del tráfico, los protagonistas se echan mutuamente las culpas. El presidente de Aena, Juan Ignacio Lerma, hizo unas declaraciones a principios de mes en las que señaló a las compañías como responsables de los retrasos, lo mismo que hizo unos días después el ministro José Blanco. Sin embargo, Stephan Semsch, responsable de Lufthansa en la península Ibérica, se une a otras compañías afectadas para elevar una queja formal ante la Agencia de Seguridad Aérea, organismo español que tiene por mandato “proteger los intereses de la sociedad, y en particular de los usuarios velando por el desarrollo de un transporte aéreo seguro, eficaz, eficiente, accesible, fluido, de calidad y respetuoso con el medio ambiente”. Y también “desarrollar sus competencias atendiendo a las necesidades de la aviación civil, en términos de calidad, eficacia y eficiencia y competitividad”. El caso real es que los aeropuertos españoles han tenido en los cinco primeros meses más retrasos que en todo el año pasado. Quienes más padecen estas anomalías son las compañías que tienen hub en España o en sus países de origen porque distorsionan el operativo de enlaces. Y protestan, claro, ante un organismo que tiene en estos momentos problemas con algunas torres de control en Tenerife, Las Palmas y Madrid-Barajas. En otro aeropuerto turístico como Son Sant Joan, Palma, el pasado fin de semana se advirtieron muchas deficiencias con los slots. Hubo aviones que con todo preparado, con el pasaje dentro y puertas cerradas, permanecieron más de una hora en pista para poder despegar. La sensación entre los profesionales es que algo estaba ocurriendo con los controladores, curiosamente a raíz de algunos expedientes y de las citaciones judiciales para declarar por el abandono del puesto de trabajo el pasado diciembre. En cualquier caso, con el aumento de tráfico previsto para este verano, convendría que el organismo responsable, AENA, no echara balones fuera y  tomara otra vez el toro por los cuernos. Si son las compañías, allá ellas, pero si es culpa de las torres de control, pues no permitir que los controladores vuelvan por sus fueros. Mano izquierda, sí, pero con guantes de seda sobre dedos de acero. Ya está bien de miedos.