Pepiño For Minister

 

Madrid. 10/03/10.- Aunque algunos socialistas ya querrían a Pepe Blanco hasta For President, bastantes representantes turísticos se conformarían con tenerle como titular de Turismo. En el político gallego ha brotado el ministro que más ha hecho por el Sector en el último año. Se ha convertido en el único miembro del Ejecutivo central en responder con acciones a una de las principales demandas del Sector: la rebaja de las tasas aéreas. Y la complejidad del asunto no le ha amilanado, sino más bien al contrario. Se ha dirigido sin titubear a extirpar el núcleo de la abultada deuda de Aena: el gasto en los controladores aéreos.

 

Otras de las principales reclamaciones del Sector -como la reducción del IVA turístico o la rebaja de las cuotas de la Seguridad Social- se han encontrado con la parsimonia de los actuales responsables turísticos del Gobierno. La suficiencia de Mesquida y de Sebastián ha quedado en evidencia ante el arrojo de ‘Don José’.

 

Las diferencias entre ambos pueden sintetizarse en el trato personal a la prensa. El inquilino de Cuzco huye de los periodistas, más allá de sus estudiadas comparecencias. Busca puertas traseras y adopta una postura hierática cuando las grabadoras y los micrófonos le rodean imprevisiblemente. Permanece indiferente a su entorno. En los asuntos con más trascendencia de su departamento -Garoña y Figueruelas-, ha terminado ocurriendo justo lo contrario de lo que pregonó.

 

En cambio, el responsable de Transportes e Infraestructuras responde tajante y no muestra temor a las preguntas incómodas. Transmite la seguridad y un criterio propio del que adolecen otros. Lleva la voz cantante en las conversaciones privadas, en las que frecuentemente derrocha un enérgico dinamismo.

 

Su nueva pretensión de fusionar las empresas del grupo Fomento en pos de la eficiencia parece otra medida adecuada. En sus primeras apariciones como ministro, Pepiño dejaba escépticos a unos constructores siempre aduladores ante la magnitud de sus propuestas. Dudaban consecuentemente de la verosimilitud de su rápida aplicación. Infravaloraban a un político capaz de aupar dos veces a presidente a un tipo tan diligente como el actual jefe del Ejecutivo.

 

Pero Blanco ha personificado la mayoría de virtudes de un resolutivo gestor: sensibilidad al sector, convertir sin demora las palabras en realidades, además generar convicción y confianza. Por ello, vendría de perlas que el apellido “y Turismo” acompañara al ministerio de Fomento.