Plan de choque, pero menos

Por Marga Albertí

25/10/10.- Es curioso que las autoridades políticas divulguen en foros y congresos turísticos la importancia de la calidad, y destinen miles de millones de dinero público a planes de revalorización de destinos, y en cuanto surgen dificultades se agarren a la cantidad como a un clavo ardiendo. El plan de choque anunciado por el Cabildo de Tenerife para reactivar el aeropuerto de Los Rodeos no es más que lo que hoy en día persiguen con más o menos disimulo todos los aeropuertos españoles: vuelos de bajo coste que desplacen visitantes, aunque lleguen con los bolsillos casi vacíos. Que el revulsivo que ha de estimular el tráfico turístico en un destino maduro y en declive como Puerto de la Cruz, que concentra el 90% de las plazas hoteleras del norte de Tenerife, sean las compañías low cost es más de lo mismo. Air Berlin levanta el vuelo de Los Rodeos a partir del próximo verano y es lógico que cunda el pánico, pero un RevPar que de junio a agosto se situó en 26,7 euros, menos de la mitad que el promedio nacional, induce a creer que si de algo no anda falta la región es precisamente de turismo de bajo precio. Es difícil romper este círculo vicioso, pero la inacción no es una alternativa: en Playa de Palma lo están intentando con un plan de rehabilitación integral de infarto que seguramente las administraciones tendrán que echar atrás en su versión más dura, la que contempla derribos, expropiaciones y una drástica eliminación de camas de hotel plenamente operativas. La pregunta es si bajo el barniz de una infraestructura renovada –imaginemos la flamante Playa de Palma tres mil millones de euros después, en el año 1 de la Nueva Era- el argumento de la cantidad tendrá siempre la última palabra. Los hechos dicen que sí y volvemos al principio como la pescadilla que se muerde la cola. ¿Y la calidad? Mejor dejarla para los discursos oficiales y como estrella de planes tan radicales como imposibles de llevar a cabo, que llenar los hoteles es otra cuestión.