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Por Jonatan Serrano
Málaga. 10/12/09.- Quien creyese que el provincianismo tintado de avaricia era una actitud exclusiva de este nuestro paÃs, que era un rasgo convertido prácticamente en una denominación de origen como con los jamones o los vinos, ya se puede ir quitando tan ingenua idea de la cabeza. Al menos, nuestros vecinos franceses han demostrado que ante los cantos de sirena de los petrodólares, o más bien la supuesta existencia de los mismos, se bajan igualmente los pantalones cuando ven aparecer a un supuesto mandatario árabe e, incluso, al supuesto secretario del supuesto jeque o emir que, por supuesto, está supuestamente podrido de pasta. La semana gratis de hotel que se ha pegado un tal Jamel, vagabundo tunecino ‘afincado’ en la capital gala, asà lo demuestra: con buenas maneras y una futura y algo turbia promesa de dinero al hacerse pasar por un representante de unos inexistentes jeques árabes consiguió quedarse nada más y nada menos que siete dÃas by the face en un establecimiento de super lujo parisino. ¿Pero es que a nadie se le ocurrió pedirle credenciales al tal Jamel? ¿O es que temÃan en la dirección que exigir alguna identificación a tan importante a la par que desconocido personaje podrÃa desembocar en un enfado y/o pataleta que llevase a los presuntos jeques y sus petrodólares a otro hotel? Una prueba más de que el dinero ciega las mentes…
Porque no nos engañemos, que los trileros sigan existiendo es un sÃntoma inequÃvoco de que el ser humano es débil y avaricioso por naturaleza: todo el mundo sabe que es un engaño pero la gente sigue picando, lo que a nivel personal me sigue reventando las neuronas, por cierto. Y los delincuentes, paradigma de la debilidad y la avaricia, cuentan precisamente con ello… y con la falsa idea muy extendida de que ‘a mà no me la van a colar porque soy el más chulo’. Por no hablar de que seguimos dando a la imagen externa de las personas mucha más relevancia de la que tiene. ¿O es que alguien se cree que si Jamel hubiese ido al hotel con su ‘uniforme’ de vagabundo alguien le hubiera hecho el más mÃnimo caso? Moraleja: Jamel 1-HostelerÃa francesa de lujo 0. Y la próxima vez que le pidan el pasaporte.
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