Que hablen… aunque sea mal

 

Por Raúl Huerta

Madrid. 25/02/10.- El presidente de Ryanair, Michael o’Leary tiene toda la pinta de ser de la opinión de que es mejor que hablen de uno, aunque sea mal, a que no hablen. Y en ello está. Si no es por una campaña promocional polémica que utiliza la imagen del Rey o de Zapatero sin su consentimiento, es por el tema de las subvenciones o por la venta de billetes en las agencias on-line.

 

En el sector cuenta con pocos amigos, apenas aquellas comunidades que, hambrientas de vuelos con los que justificar un aeropuerto muchas veces innecesario, están dispuestas a pagar a la aerolínea irlandesa por despegar y aterrizar. Pero entre los clientes, son pocos los que hablan bien de Ryanair. Y no es de extrañar, ya que volar con ellos es lo más parecido que hay en el sector a hacerlo en un autobús de línea. Por ello, es una de las compañías que más quejas recibe, algo que le ha valido estar nominada como la peor compañía del año en los ‘premios’ que otorga Facua.

 

La última de la ‘low cost’, la de abandonar a su suerte en Fuerteventura a unos pasajeros que iban a pasar unos días a Lanzarote, no es de recibo. Pero escudándose en el manido: “¿Qué quieres por lo que has pagado?”, parece que pueden hacer un poco lo que les venga en gana. Ésta y otras acciones también polémicas le han valido la nominación y no serán pocos los que le den su voto, aunque si gana el premio a la peor empresa del año, seguro que O’Leary estará contento porque al menos hablaran de ella.