Por Fernando Urrea
18/11/10.- Hay revuelo en las pistas de El Prat porque las denuncias de ayudas públicas y competencia desleal no se han quedado en meras declaraciones a través de los medios. Han llegado al comisario europeo de la Competencia y ya las está estudiando. El presidente de Spanair justifica las ayudas de la Generalitat en el sentido de que son inversiones para ganar dinero. No ha dicho si esa ganancia será de la compañía o la ganancia indirecta de un aeropuerto con vocación de internacional que quiere ser centro de distribución, y de una ciudad y una zona que aumentan su dinamismo económico con la ampliación del transporte. En ciertos casos el fin sí justifica los medios, aunque estos medios estén en el límite de la legalidad, siempre que no perjudique a nadie y que todos tengan las mismas oportunidades. En cualquier caso, lo chocante es que las denuncias provengan de compañías con easyJet y Ryanair, que han incluido aeropuertos en sus rutas en función de las ayudas públicas que recibían. Las low cost han demostrado ser eficientes para que algunas ciudades y comarcas hayan conseguido mayor flujo turístico, lo que justificaría las subvenciones si también hay que justificar las ayudas a Spanair, siempre y cuando el objetivo no esté directamente relacionado con los millones de euros que necesita para sus planes expansivos. Los acuerdos de colaboración para promoción pueden ser legales y aceptables en la práctica comercial, pero las ayudas directas para tapar agujeros y crecer no parece que puedan ser aceptadas por la Unión Europea. Tampoco por las compañías regulares y de bajo coste que operan en El Prat.
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