Por Tomás Cano
La veda esta abierta, es el momento de la caza sin piedad de Gerardo DÃaz Ferrán, presidente de Air Comet, al cual se le está tratando como tÃtere al que hay que dejar sin cabeza.
Pero en esta historia me faltan más responsables; no solo él lo es, por muy presidente que sea de la desaparecida compañÃa.
He visto en mi vida a DÃaz Ferrán tal vez tres veces, pero hay algo que se me escapa de por qué todas las iras van dirigidas únicamente hacia él.
A los directivos que lo han acompañado en esta aventura al igual que en AerolÃneas Argentinas, parece como si la tierra se los hubiera tragado, vamos que se han escabullido, escapado, escaqueado o simplemente esfumado.
Echo en falta algunos nombres a los que deberÃan pedirse responsabilidades, pero sólo se le piden al patrón. Soy de los que piensa como Groucho Marx: “Cuando muera quiero que me incineren y que el diez por ciento de mis cenizas sean vertidas sobre mi empresarioâ€.
Entrar en el terreno de los hechos es entrar en el mundo de los lÃmites. Las cosas pueden emanciparse de ciertas leyes accidentales o pegadizas, pero no pueden escapar a las leyes de su naturaleza.
“Se puede liberar a un tigre de su jaula, pero no de su piel manchadaâ€, dijo Chesterton. Mientras DÃaz Ferrán es tratado como la marioneta de esta historia, algunos andan saltando de compañÃa en compañÃa con su piel manchada, gracias a la cobardÃa de quienes no quieren verlo y son manejados al antojo de lo que les conviene, eso es hacer leña del árbol caÃdo.
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