Por Fernando Urrea
Madrid. 6/07/10.- No ceja Ryanair. Quiere que Boeing le prepare aviones con asientos verticales, o lo que sean, para poder transportar pasajeros de pie. Y cobrar por usar los aseos. Por mear, un euro. Suena a provocación a una campaña de publicidad encubierta para que se hable de Ryanair aunque se hable mal. Los responsables políticos del transporte aéreo y los dirigentes de IATA tienen que detener ya estas peligrosas veleidades de una compañía de bajo coste, bajo servicio, baja prestación, baja imagen y alta capacidad de ingresos atípicos por sus acuerdos con gobiernos regionales, ayuntamientos y aeropuertos secundarios. El viajero en avión no puede ser tratado como ganado ni siquiera en los papeles, y lo raro es que no haya un movimiento de rechazo frontal por parte de asociaciones de consumidores y usuarios, por parte de clientes, por parte de los responsables de la seguridad aérea en Europa. Se le permite que considere a sus pasajeros como cerdos o cabras. Conviene preguntarse qué le ocurriría una línea de transporte por carretera si decidiera llevar a sus pasajeros de pie en sus autocares para que quepan más y reducir costes, y cobrar una tasa a algún pasajero que tuviera que utilizar el váter por una emergencia. Lo de Ryanair es una provocación continua a las autoridades y una agresión a la dignidad del pasajero. Y sigue con licencia para volar.
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