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Por Fernando Urrea
Madrid. 21/04/10.- Los gobiernos reaccionan contra los efectos negativos derivados de desastres provocados por la naturaleza con la declaración de zona catastrófica para abrir lÃneas de ayudas a afectados. La nube de ceniza del volcán islandés ha causado un daño en cadena sin precedentes a compañÃas aéreas, aeropuertos, usuarios, hoteleros y, en general, a toda actividad dependiente del transporte aéreo. Ha sido un desastre natural imprevisible y no hay seguro que cubra las pérdidas, por lo que se impone que el Parlamento Europeo y la Comisión se planteen la declaración de zona catastrófica a toda el aérea afectada directa e indirectamente por la nube y la apertura de expedientes para conocer con razonable aproximación los perjuicios que las cenizas ha provocado en usuarios y empresas. Que hagan algo para paliar los efectos. Desde compensaciones directas, rebajas fiscales o créditos a cero intereses…Algo para contrarrestar un desastre natural que puede llevar a la hecatombe de algunos agentes de la actividad turÃstica. Porque era lo que faltaba para completar el panorama económico.
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