Zona catastrófica

 

Por Fernando Urrea

28/4/10.- La Comisión Europea ha dado una cifra estimativa de las pérdidas ocasionadas por la nube de cenizas del volcán islandés: entre 1.500 y 2.500 millones de euros. Diferencia, mil millones. Parece un cálculo hecho a ojo de mal cubero. Pero lo cierto es que si aceptamos por buena la cantidad mínima, 1.500 millones son muchos millones para una industria en tiempos de crisis y, además,  irrecuperables. Pero ahora se plantea qué segmento turístico ha resultado más perjudicado. Las agencias de viajes españolas dicen que Bruselas las discrimina porque entienden que han sido las agencias de viajes las que han asumido los gastos de realojamiento de los turistas. Los hoteleros mantienen la misma teoría, igual que los tour operadores. Es de lógica suponer que los grandes perjudicados han sido las compañías aéreas, pero también transportistas del transfers, excursiones, oferta complementaria… Ha sido toda la industria turística la damnifica por un desastre natural imprevisible y corresponde a la Unión Europea recabar toda la información posible, depurar excesos de victimismo para evitar ganancia de pescadores en río revuelto, ser justa con los perjudicados y abrir líneas de ayudas directas e indirectas para paliar los efectos de un golpe bajo a una industria que lo ha pasado muy mal en el último año y que ha visto truncadas sus perspectivas de recuperación en el primer semestre. El turismo es zona catastrófica. Es la hora de la generosidad de los gobiernos con los damnificados.