Â
Por Pau Morata
6/4/10.- Cual fenómeno cÃclico, a principios de este año ha vuelto a suscitarse por parte de algunos personajes conocidos mallorquines que desempeñaron cargos institucionales polÃticos o asociativos además de ser empresarios, unos intentos de debatir el modelo turÃstico de sol y playa mallorquÃn.
La propuesta no es nueva, sino una nueva reaparición del tema, a modo del rÃo Guadiana. La verdad es que sobre el modelo turÃstico se ha hablado mucho, pero escaso es lo que se ha debatido, ya que somos pocos los interesados en hacerlo. Y menos aún los desinteresadamente interesados, sin segundas intenciones ni intereses económicos oportunos o a veces oportunistas.
Reitero aquà algo que escribà y publiqué hace ya bastantes años: en España no hay un modelo turÃstico. Y si lo hay –por asumir un convencionalismo- es el resultado, sin modelar, de actuaciones en su mayorÃa nada modélicas.
El supuesto “modelo†turÃstico español con énfasis en el sol y playa veraniego es la consecuencia de un aluvión de iniciativas espontáneas durante varias décadas, en las que cualquier emprendedor –es de justicia reconocerlo tal como fue- se convirtió en dueño de una empresa o de un grupo de empresas turÃsticas gracias a que la presión de la demanda era muy superior a la oferta. Con el paso de los años, las costas españolas, en especial las de Mallorca, alcanzaron tal volumen de plazas de alojamiento –aprovechando que no existÃa un ritmo similar de desarrollo en otros destinos- que la mayor parte del tráfico vacacional era cautivo de acudir aquÃ.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Y, aunque recuperados los destinos balcánicos tras años de luchas fratricidas implÃcitas en la desintegración de aquella Yugoslavia en su tiempo competidora real, ahora ya no son las costas croatas las que disputan la hegemonÃa a Mallorca –y por lo tanto a España- sino las de TurquÃa.
Una TurquÃa que, en comparación con España, posee algo más de modelo, algo más de modelación de su oferta turÃstica y bastante más de modélica en su desarrollo, alejado del desenfreno y de la “balearizaciónâ€. Una TurquÃa que no hace mucho tiempo sorprendió a más de uno de los integrantes de una delegación de hoteleros mallorquines que acudieron a verla con sus propios ojos y que –paradójicamente sorprendidos- regresaron a su isla cantando las excelencias del destino competidor. Una TurquÃa que, a pesar de que el secretario de Estado de Turismo español –mallorquÃn, para más INRI- dice no temer por no considerarla competidora de importancia, posee unos indicadores de número de plazas, de incrementos en la llegada de turistas y demanda real, de ocupación, de rentabilidad para los TT.OO. y hoteleros –y de paso para la balanza de pagos del paÃs- que ya quisiéramos volver a tener por aquÃ.
Mientras esto sucede, y el dÃa a dÃa de esta temporada que ahora empieza nos va proporcionando semana tras semana datos reales sobre la actividad turÃstica en Mallorca, hay empresarios hoteleros de aquà que no solo tienen sus ojos puestos allà sino también algunos hoteles ya: en la costa… y urbanos, porque Ankara y Estambul –esta gracias a la capitalidad cultural europea- atraen turismo urbano -vacacional y de negocios- al destino mediterráneo oriental en detrimento del occidental. Mientras esto ocurre, con unas previsiones de reservas muy favorables a TurquÃa en el mercado británico… aquà algunos empresarios mallorquines que ocuparon cargos institucionales reabren –y no lo hacen como empresarios sino como “ex†dirigentes institucionales- el tema de someter a debate el más que caduco –y ni modelado ni modélico- “modelo†turÃstico.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo