Positivo es crear y dotar económicamente un centro dedicado a ese trío de actividades y de conceptos llamados investigación, desarrollo e innovación (I más D más I) en el sector turístico. Y comprensible es que sea una iniciativa de las administraciones públicas, porque en el sector privado no existe predisposición. La, en general, no patentabilidad de las innovaciones en los servicios representa un freno a la I más D más I entre las empresas, conscientes de que de sus inversiones en esa materia se aprovecharían otras al cabo de muy poco tiempo.
Si positiva y meritoria cabe considerar la idea de crear en Baleares ese nuevo centro, su puesta en marcha y posterior consolidación no será fácil. Porque si bien disponer de recursos materiales es imprescindible, no menos relevante en cuanto a que se obtengan resultados es que ese centro disponga de recursos humanos idóneos y, muy en especial, de un líder en la dirección. Y eso es difícil de encontrar.
Aunque se suele decir que nadie es imprescindible, eso sólo es cierto cuando una organización ya funciona. Una vez que se ha arrancado y se está en marcha, casi cualquiera sirve para seguir apretando el acelerador. La historia demuestra que cualquiera es prescindible cuando hay masa crítica e inercia, pero sólo se asientan y consolidan las nuevas organizaciones en las que hay liderazgo, con personas que tiran del carro con sentido visionario, futurista y estratégico.¡Ojalá que salga bien la nueva propuesta de creación del CIDTUR. Porque hay precedentes de iniciativas parecidas, si no similares, que a pesar de disponer de excelentes espacios físicos… de ellos poco o casi nada se aporta al sector, salvo mantener una plantilla de “investigadores” que no se sabe a qué dedican sus jornadas laborales.
Investigar, desarrollar y aún más innovar no es tarea sencilla en el sector de los servicios, a diferencia de lo que sucede en el ámbito de los productos tangibles.
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