Spantax

 

Rodolfo Bay, placa al mérito aeronáutico a título póstumo
Por Tomás Cano

26/11/09.- Alguien dijo hace años que primero es la virtud y luego el renombre. Si ambos obtiene, ¿qué más quiere el hombre?

He podido leer en un medio de comunicación escrito que mañana se rinde un homenaje a don Rodolfo Bay, presidente de Spantax. Cuántos recuerdos de toda una vida me vienen a la memoria. Rudi Bay me dio la primera oportunidad de trabajar en Spantax y comenzar lo que luego ha sido el devenir de mi vida. Todo cuanto hice bien se lo debo a él y a Marta Estades, su vicepresidenta. Todo pues cuanto soy se lo debo a ellos, en la balanza debo poner que lo bueno que haya podido hacer es gracias a la oportunidad que me dieron ambos. Mis errores son sólo míos.

Siento que se le haga este homenaje cuando ya no está con nosotros, pero en fin, así es la vida. Si Rudi hubiera nacido en otro país ya se habrían hecho hasta películas sobre su vida, dedicada siempre al mundo del transporte aéreo.

Se fue de entre nosotros un caballero del aire, alguien que siempre pervivirá en mí. Fue un hombre que dedicó su vida a los demás y una vida así solo merece ser vivida y recordada.

Mi adhesión a un jefe natural como él, que me enseñó como encauzar mi vida, no era para mi una pérdida de libertad, era el reconocimiento de que todo lo que yo amaba tenían un ejecutor y un intérprete.

Gracias pues desde lo más profundo de mi corazón a Rudi Bay y Marta Estades. Ellos me ayudaron a formarme y espero que humildemente haya podido estar a la altura de lo que me enseñaron.