Por Pau Morata
El puentazo de principios de diciembre llena de gozo –al llenarse de clientes- a la mayoría de los establecimientos dedicados al turismo rural. Quienes andan justos de poder adquisitivo se han apuntado a pasar unos días no demasiado lejos de casa, en la paz bucólica del campo hispano.
Con la mirada puesta en el bolsillo o la tarjeta de crédito, también se han comportado quienes han optado por dirigir sus pasos hacia Nueva York, destino estrella, y otras zonas de la llamada área del dólar. Con un euro que bate récords, más de uno ha confiado en lo barato que resulta pasar unos días al otro lado del Atlántico.
Y entre unos y otros, que no falte mencionar quienes han viajado a las islas Canarias en busca de buenas temperaturas y quienes, al contrario, han volado hacia el otro extremo de Europa, los países escandinavos, con el norte de Finlandia a la cabeza como destino destacado, por aquello de ser la tierra de Papa Noel.
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