La imaginación en tiempos de crisis cobra importancia si uno quiere diferenciarse de la competencia y llamar la atención para atraer nuevos clientes. Una de las propuestas más llamativas de los últimos tiempos en lo que a alojamientos hoteleros se refiere viene de Suiza y se trata de un hotel cárcel, el Jailhotel Löwengraben.
Ubicado en Edificio construido en 1862, fue utilizado como prisión hasta el otoño de 1998, desde la cual los prisioneros intentaron escapar durante 135 años. Hoy en día turistas y residentes de Lucerna disfrutan de una cárcel-hotel y del bar Alcatraz. Además el hotel ofrece una discoteca que cierra sobre las 04:00 dela madrugada. Una diversión qué ya hubieran querido para sí los presos que el hotel alojó en el pasado.
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