En abril de 1997 Sol Meliá meditaba su entrada en el grupo Air Europa, que por aquel entonces se encontraba también en conversaciones con Barceló. El consejero delegado de la cadena, Sebastián Escarrer, mantuvo una reunión con Juan José Hidalgo, para analizar esta operación.
Fuentes cercanas a las tres compañías desmintieron la entrada de la cadena de Escarrer en el grupo del empresario salamantino, pero fuentes de esa misma empresa confirmaron que una sociedad participada por Sol Meliá podía entrar conjuntamente con Barcelo en el accionariado del grupo de Hidalgo.
La desconfianza del grupo de Escarrer radicaba en las presumibles reacciones, poco satisfactorias, de los competidores de Hidalgo.
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