Observen el tremendo poder que tiene Booking.com, la plataforma de venta de alojamientos en Internet. La empresa ha decidido cambiar su criterio para delimitar una ciudad, de forma que el pub de la pareja que ve en la fotografía, que se llama The Bell Inn, ahora ya no está en Salisbury. Por supuesto, David Hydon, que así se llama el propietario, nunca ha movido su pub, pero Booking ha decidido que el lugar en el que se encuentra el establecimiento ya no es Salisbury. Parece una decisión menor: qué más da dónde acaba el municipio y empieza el vecino.
Pero no, David está a punto de cerrar –y sería el segundo pub que lo hace– por el mismo motivo: al no aparecer como Salisbury en Booking y sí como la desconocida Stapleford, no entra nadie a buscarlo y no reserva nadie. O sea, el cierre. Este es el poder de Booking.
Los dos pubs, el Bell Inn y el anterior, que ya han cerrado, siguen teniendo clientes para las cervezas, porque esos son locales y a esos les da lo mismo dónde acaba Salisbury. El problema está con las cinco habitaciones que tiene el edificio y que se alquilaban como hotel, exclusivamente a través de Booking porque David no está para hacer marketing.
El problema para David y Nicky Bishop, su novia, es que compraron el pub hace cuatro años cuando los ingresos por Booking estaban bien y entonces, lógicamente, el pub tenía más valor. Ahora, sin esos clientes, es imposible venderlo al mismo precio, con lo que ahora se enfrenta un problema financiero tremendo.
David y Nicky han hablado con los dueños del otro pub, The Swan (todos los pubs en Gran Bretaña comparten un puñado de media docena de nombres que se repiten hasta la saciedad) quien les ha explicado cómo le fue a él para cerrar y las cifras de negocio que están viendo en The Bell Inn son ahora mismo similares. “Tendremos que cerrar si las cosas nos van igual”, dice David.
Booking.com no tiene nada que decir.
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