El aforismo “no es oro todo lo que reluce” se aplica a la perfección en el archiconocido restaurante Salt Bae, cuyo propietario es el extravagante Nusret Gökçe, famoso por sus shows en mesa tirando sal a piezas de carne.
Pese a tener apariencia de un restaurante de máximo lujo, algunos exempleados destapan el lado oscuro del dueño. “Parece dorado desde el exterior, pero mierda por dentro”, declara a Insider uno de sus extrabajadores en el local de Londres. Otros coinciden en que Nusret es “un tirano mezquino cuya obsesión es la riqueza y el exceso”.
Denuncian que el propietario se quedaba parte de sus salarios, violaba los derechos laborales, y solo instauraba una cultura del miedo. “No sabes si te está mirando, es muy incómodo estar cerca de él”. Cualquier paso en falso, era motivo de conflicto.
También apuntan a una clara discriminación por raza y hacia las mujeres. Una de las excamareras en Nueva York, de origen dominicano, señala que, en su primer día de trabajo le pidió que se cambiara a una “falda corta, tacones altos y una blusa reveladora”. Asimismo, la dijo: “Mi esposa es dominicana. Sé cómo son ustedes las mujeres”.
Y para colmo, el chef utilizaba a sus trabajadores para que le diesen masajes. “Él es tu dueño y tienes que hacer lo que le gusta, no puedes discutir con él”. Estos casos se dieron en Mykonos y Dubai.
En resumen, califican la idea de trabajar en Salt Bae como “una mala idea”, y no recomiendan a nadie aceptar sus ofertas. “Cuando estás adentro, lo entiendes, no estás relajado. Estás listo para que te despidan”.
Para sorpresa de nadie
Hassan este es tu sitio, de aquí no salgas.