Que el sexo vende es una realidad, y hay empresarios que están dispuestos a aprovechar este reclamo para montar el que puede ser el negocio de su vida. Un ejemplo de ello es el multimillonario brasileño Mauro Morata que construirá con 19 millones de euros un parque temático XXX.
Si todo marcha según lo previsto Erotikland abrirá sus puertas en 2018. Su creador espera que por allí pasen cada día 3.000 personas dispuestas a disfrutar del tren de los placeres, una piscina nudista o un cine 7D con butacas vibratorias. Pese a emplear el sexo como reclamo éste estará prohibido dentro de las instalaciones.
“Obviamente, no será un lugar para religiosos, pero tampoco trataremos de recrear Sodoma y Gomorra. Si los visitantes quieren llevar las cosas a otro nivel, podrán hacerlo en un motel cercano que nosotros mismo operaremos”, explican los promotores del Disneyland XXX.
La otra iniciativa que evoca a Eros es el crucero sexual –el primero de la historia- organizado por la compañía mexicana Original Group que surcará los mares a partir de septiembre de 2017. El llamado ‘crucero del deseo’ o ‘crucero-orgía’ como ya se le ha empezado a conocer será exclusivo para parejas. El buque contará con sex shops, salas de juegos picantes y zonas nudistas aunque en las comunes el viajero tendrá que ir vestido. Para salvaguardar la privacidad de los usuarios estará prohibido hacer fotos o grabar vídeos.
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