No puede haber normalidad turística si la torre Eiffel de París está cerrada. Lo del Louvre puede esperar, pero el símbolo por excelencia es el símbolo por excelencia. El próximo 1unes reabre enfocada primero a los residentes en su región, habitualmente desanimado de acceder para no soportar las interminables colas.
Habrá que mantener la distancia y usar mascarilla. Como saben, en Francia el virus exige metro y medio de distancia –en España, dos, en Italia, uno y así varía de país en país--. Hasta julio, no se podrá pasar de los pisos 1 y 2, y sólo por escalera.
Cada mes, este cierre ha supuesto pérdidas de nueve millones de euros para la torre, según la compañía operadora.
El retorno se hará con precios reducidos en un 50 por ciento para los menores de 11 años (dos euros), con una campaña para trabajadores y con la presencia de artistas en la zona.
En los jardines vecinos del Campo de Marte se ha instalado una terraza de verano con esa comida tan francesa que es la hamburguesa y helados. Lo compensan con vino auténticamente francés.
Los jueves y viernes desde el 9 de julio habrá música y hasta alta cocina.
Ahora sí, esto de la recuperación de la normalidad del turismo parece que va en serio.
Soy sanitaria
Y yo carpintero.
A mí me gustan las lentejas