El aeropuerto de Florencia, en Italia, será único en el mundo. Porque ningún otro está escondido debajo de un viñedo. Tal cual. Las uvas crecerán en el tejado. Esta es la propuesta ganadora, que ha presentado Rafael Viñoly, el arquitecto uruguayo que va a diseñar la nueva terminal que tendrá unos 50 mil metros cuadrados, por la que pasarán unos seis millones de viajeros anuales.
Desde luego, será una terminal comparable con otras, pero el arquitecto ha creído que era oportuno poner un viñedo en el techo. Habrá 38 filas de viñas que estarán en condiciones de ser usadas. Será, desde luego, el primer aeropuerto del mundo que necesite de viticultores y que tenga unos días de vendimia.
Para Viñoly, que tiene su despacho en Estados Unidos, Florencia es un centro de producción de vino en Italia. Como al Toscana, de la que es capital.
En el interior, el aeropuerto tendrá un gran espacio común en cuyos lados estarán las llegadas y las salidas. El espacio central tendrá los servicios comunes.
Viñoly es el autor del aeropuerto de Carrasco, en Montevideo, muy pequeño pero de una gran belleza.
Aunque no es un tema arquitectónico, la pista se cambiará en 90 grados, para dar más espacio a los aviones en su operación.
El arquitecto aduce que la región de Toscana, de la cual Florencia es la capital, es muy conocida por su vino, lo que explica su decisión de techar el aeropuerto con viñedos.
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