Los ladrones simplemente no tienen límites. Ahora se llevan los colchones de los hoteles de cinco estrellas. Ustedes pensarán que es una exageración, pero no lo será tanto cuando la noticia aparece en la portada de The Times de Londres.
Su especialista en asuntos de consumo, Andrew Elison, cuenta que históricamente, los robos se circunscribían a los artículos del baño o a las toallas en el mejor de los casos. Pero ahora, explica, hay una verdadera oleada de robos de colchones que, como se imaginan, en los hoteles de lujo son carísimos. Como las camas de estos hoteles no son pequeñas, no es fácil llevarse un colchón sin que nadie lo note, por lo que estos robos están teniendo lugar por la noche, en aquellos hoteles en los que hay acceso de los ascensores a los aparcamientos subterráneos. Aún así, cuesta imaginarse un coche, incluso de lujo, con un colchón ‘King size’.
La noticia da detalles: frecuentemente, los colchones lujosos, que incluso regulan la temperatura, son reemplazados por colchones ‘basura’, para evitar que sean detectados en el momento en el que el cliente abandona el hotel. Días después, es imposible culpar a nadie.
Los colchones, que valen varios miles de dólares, no son los únicos objetos de robo. El periódico cuenta que los robos de instrumentos de ducha –que son sofisticados y carísimos—también es muy frecuente. En una sauna de Austria, por su parte, había una silla extremadamente sofisticada y lujosa que desapareció. Cuando un cliente pidió un lugar en el que sentarse, se descubrió el robo.
En un hotel italiano, tres hombres con monos debidamente identificados entraron y se llevaron con toda la calma del mundo un piano. Como en los hoteles normalmente trabaja mucha gente al mismo tiempo en cuestiones diferentes, nadie notó nada anormal hasta que el director notó un vacío en un área del lobby y descubrió que antes allí había un piano que se había esfumado.
El asunto está en la portada del Times porque es masivo. Un estudio de Wellness Haeven, una página web que estudia valoraciones de los servicios de spa, detectó que los robos son frecuentes, masivos, costosos. El trabajo refleja este fenómeno en todo el continente, con algunas variaciones por países. Los robos de toallas y de albornoces se dan por hecho y hasta se toleran en comparación con la nueva oleada de sustracciones que está registrándose en Europa en estos momento.
No es extraño, pues, que aparezcan en las portadas de los diarios porque, acumulados, estamos hablando de cantidades importantes.
Jolin, como está el mundo...... para llevarse los colchones de los hoteles, y además sustituirlos por otros baratos, que es como robar dos veces, uno sacarlo y otro meterlo. Por cierto en cualquier hotel de cuatro estrellas o más, suele haber cámaras de seguridad...... y ¿no se enteran hasta dias después?