La Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas ha cumplido diez años desde que se inaugurara con el primer vuelo que despegó de sus pistas, a las 5.30 horas del 5 de febrero de 2006.
La construcción de esta terminal respondió a la necesidad de ampliación de las instalaciones del principal aeropuerto español, debido al imparable aumento de pasajeros. No en vano, justo un año después de su inauguración, en 2007, el aeródromo madrileño registró el mayor número de pasajeros de su historia, con más de 52,1 millones.
La T4 ha permitido duplicar la capacidad operativa del aeropuerto, que puede llegar a acoger a un total de 70 millones de pasajeros anuales, frente a los 35 millones que se contabilizaban antes de su puesta en marcha, además de aumentar el número de operaciones de aeronaves a la hora de 78 a 120, según La Vanguardia.
Con una superficie de casi 500.000 metros cuadrados, la T4 ha ido remodelando y mejorando sus instalaciones, con zonas comerciales y de ocio, cinco salas VIP, nuevas zonas infantiles o la implantación de filtros especiales en los controles de seguridad.
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