De manera clandestina, la plataforma Arts Ataxx instaló recientemente unos carteles en las marquesinas publicitarias de Barcelona, en los que ataca y critica a los turistas que visitan la ciudad con textos como “Barcelona is not your fucking shopping center” o “stop racing my rent”.
Los promotores de la iniciativa han alcanzado notoriedad por la batalla mediática que ha desencadenado el fenómeno. Incluso han enfrentado al equipo de gobierno y a la oposición.
Esta campaña no es la primera que aparece de forma misteriosa en contra del turismo en la capital catalana. Los vecinos de Vallcarca, por ejemplo, han dejado claro su desprecio hacia el turismo masivo en las inmediaciones del Parc Güell. Unas actuaciones que refrendan el ranking de The Independent (Barcelona, entre los destinos que odian a los turistas), que sitúa a Barcelona como una de las ocho ciudades que más odia al turista. No en vano, el Turismo se ha convertido en el problema más grave de Barcelona, según sus vecinos, como ha revelado el Barómetro semestral del Ayuntamiento de Barcelona (Alerta: el Turismo ya es la primera preocupación para los barceloneses).
Y hacen el cartel con una falta de ortografía, como no podía ser de otro modo.