Cho Hyun-ah, hija del dueño de Korean Air y vicepresidenta de la aerolínea, se ha visto obligada a dimitir tras el revuelo causado después de que expulsara a la sobrecargo de un avión por servirle de manera incorrecta unos frutos secos.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes en el aeropuerto JFK de Nueva York. La azafata se acercó a la también conocida por su nombre anglosajón ‘Heather’ y le sirvió sin preguntar unas nueces en una bolsa de plástico en lugar de hacerlo en un plato. La hija del dueño de Korean Air se enfureció y ordenó el inmediato regreso del avión a la terminal para expulsar a la TCP.
El incidente, que provocó que el vuelo llegara 11 minutos tarde a su destino, ha desatado una oleada de críticas en Corea del Sur donde han tachado la actitud de Cho Hyun-ah de “abusiva” y “arrogante”.
La aerolínea ha tenido que salir al paso y pedir perdón públicamente por el comportamiento desproporcionado de la hija del dueño de la compañía. "Korean Air pide disculpas a los pasajeros por los inconvenientes causados por la conducta excesiva de hacer el avión de regreso y expulsar el sobrecargo cuando no era una emergencia", señala la aerolínea en una nota.
El desviar un avión sin causa justificada es un delito.
Aunque seas el dueño de la compañía
Y con las puertas cerradas es de aplicación el Convenio de Tokio. Ahora están intentando dejarlo como unas molestias para el pasaje por la mala cabeza de la niña.
Las autoridades no deberían permitir estas "tonterías".
Por cierto que por aquí en Menorca tenemos a un ejemplar de agente de la autoridad que ordenó volver a un Dash con matrícula y bandera holandesa operando para una compañía nostrum que lleva pasajeros ibéricos. Vaya foto ¿eh, majete?
En España hubo uno que quiso despedir a un tal "MEL", pero ese no dimitió y las paletadas se han seguido produciendo.
En Korea dimiten, en España, se pasan por el forro de los cojones las normas, leyes y convenios, con la ayuda y permisividad de los gobiernos.
H P
... es el sonido de las nueces según se cascan, oye.
Qué casualidad...!
Solo un pequeño apunte, por las dudas. El Conveno de Tokio, sin duda una magnifica erramienta al servicio de la seguridad, no entra en vigor al cerrar puertas. Se activa en el momento en que iniciamos la maniobra de despegue aplicando potencia para iniciar el mismo. Eso hay que tenerlo muy muy claro para evitar problemas legales. Un saludo y buenos vuelos.