El palacete que perteneció a Adolfo Suárez y la villa marbellí de Arturo Fernández son ahora hoteles en los que disfrutar de un recorrido por la historia de España y por la vida de uno de los más grandes actores españoles, según publica Vanitatis.
La Casa del Presidente, mandada construir por Adolfo Suárez en los años 70, pertenece a la cadena Fontecruz y es toda una joya de la hostelería. Situada dentro de la muralla, entre muros de piedra, dispone de piscina en el jardín y un porche acristalado. Fue hogar presidencial de manera intermitente durante más de una década.
En su interior se encuentra el despacho del presidente, habilitado para el chek-in, donde se produjo la reunión entre Suárez y Carrillo para negociar la legalización del Partido Comunista. Sus habitaciones se llaman Concordia, Alegría, Libertad, Mañana, Diálogo… y todas las suites tienen vistas a la muralla.
Por otra parte, la casa del galán eterno del teatro, Arturo Fernández, se encuentra en la urbanización Guadalmina y ofrece las mismas comodidades que cualquier hotel de lujo.
Dispone de cuarto de estar con chimenea, más salón bar con chimenea también, comedor interior para 8 comensales, comedor exterior, porche, piscina y patio andaluz.
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