Emily Jones, amante de los viajes e influencer viene expresando en redes sociales su malestar con el espacio de los asientos de los aviones. En declaraciones al Daily Mail, asegura tener dificultades con algunas aerolíneas, ya que es una persona de “talla grande”.
En primer lugar, critica que los asientos son “notoriamente incómodos” para personas de su tamaño. Al mismo tiempo, reclama una mayor adaptabilidad durante el vuelo. “Me encantaría que esto se desestigmatizara para que la gente pueda viajar cómodamente y sin ansiedad”.
De igual manera, ha expresado su descontento con la falta de información de las compañías sobre la extensión de los cinturones de seguridad. “Sería estupendo que las aerolíneas anunciaran durante el embarque que, si alguien necesita una extensión del cinturón de seguridad, están disponibles”.
Pero su diana no son solo los aviones, también los hoteles. Asegura que no suelen tener toallas o albornoces de su talla, por lo que insta a las empresas a contar un abanico de tallas para todos los públicos.
El caso es dar la nota. Si pesa por dos, consume combustible por dos y ocupa dos butacas, así que debe comprar dos asientos, cosa que es perfectamente posible.
Compra Extra Seat y problema solucionado.
Dudo que existan inodoros y tapas de ídem para desahogarse cómodamente … de su talla, tamaño, personalidad elevada al cubo.
El primer paso de estas personas implica aceptar su enfermedad, obesidad mórbida y No pensar, que somos el resto los que tenemos un problema.
Que compre dos sitios y coma menos pan.
Vaya comentarios que se leen aquí. Los asientos de los aviones y el espacio entre ellos se han ido reduciendo muchísimo y también es un problema para los que somos altos y difícilmente encajamos las piernas pero es normal que los que comentan no lo sepan porque solo empezaron a viajar en la época del low cost.