Es más que probable que, si usted se ha alojado alguna vez en un hotel, justo antes de abandonarlo tras sus vacaciones o viaje de trabajo, haya cogido algún objeto de la habitación y lo haya metido en la maleta. Es un acto muy común entre los ciudadanos y se sorprenderán de los elementos que algunos se han llevado a sus casas.
Tal y como informa El Economista, la guía alemana, Wellness Heaven, ha publicado una encuesta en la que ha consultado a miles de hoteleros de todo el mundo para analizar que objetos son los que más desaparecen.
Lo más común es lo que todos piensan: toallas (79,2%), albornoces (66,4%), perchas (49,8%) o bolígrafos (41,8%). Pero algunos también se decantan por cosméticos (30,4%), pilas (30,4%) o incluso las cuberterías (27,5%).
Sin embargo, parece haber ciertas personas que no se conforman que algo que pase desapercibido. Varios directores de hotel afirman que se les ha sustraído en alguna ocasión televisores, colchones, lámparas, teléfonos, minibares, tablets, y hasta cuadros.
Y, por si fuera poco, algunos explican que han llegado a desaparecer bancos de madera de una sauna, equipos de hidromasaje, inodoros, desagües, e incluso un lavabo entero. También los hay que han tratado de robar una cabeza de jabalí o un piano de cola, aunque, por suerte, no se salieron con la suya.
El bolígrafo no se roba, es un obsequio que sirve de publicidad.
¿Cómo se llevan un colchón.......?, porque plegable no suelen ser, salvo que el hotel sea muy malo, en cuyo caso nadie se llevaría el colchón, y un lavabo......., vamos que hay que estar muy desesperado o ser un cleptómano irreductible.