El Gobierno de Reino Unido ha decidido meter en cintura a los compatriotas que se suben al avión con dos copas de más. Así, aquellos viajeros que se excedan con el alcohol, podrán quedarse en tierra. El objetivo es combatir el aumento de incidentes relacionados con pasajeros borrachos en pleno vuelo.
No será la única medida para reducir estos incidentes. Entre el paquete de actuaciones también se incluye la limitación del número de consumiciones alcohólicas permitidas dentro del avión. Otra iniciativa es la creación de una lista negra con los nombres de los infractores, que no podrían volar en otras compañías.
Según La Vanguardia, la autoridad civil de Gran Bretaña ha registrado 156 incidentes en lo que va de año relacionados con el consumo del alcohol en vuelos de compañías británicas.
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