Corría el mes de marzo de 1992 cuando el grupo Sol entró en el accionariado de la compañía chárter Air Europa. Curiosamente, el presidente de la cadena hotelera, Gabriel Escarrer, siempre había sido reacio a entrar en negocios distintos al hotelero.
Todo empezó en el momento en que Manuel Buitrón, máximo dirigente de Politours, entró como accionista de Air Europa. El empresario acaba de romper con Oasis y quería suplir los establecimientos de Pedro Pueyo en el Caribe por los de Escarrer, ya que éste también contaba con una amplia disponibilidad de plazas hoteleras en el destino.
Escarrer no era partidario de meterse en negocios turísticos que no fueran hoteleros, pero el dirigente de Sidetours y también accionista minoritario de la chárter, Bernardo Quetglas, le hizo cambiar de opinión. El acuerdo fue posible tras varias reuniones entre Hidalgo y Escarrer.
Los empresarios cambiaron su actitud al ver que el negocio era rentable: Air Europa era una compañía solvente, que volaba al Caribe –donde Escarrer tenía hoteles- y cuyos socios eran, a la vez, touroperadores que transportan clientes a este destino.
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