Un grupo de empresarios alemanes está rehabilitando el gigantesco complejo vacacional ideado por Adolf Hitler en la isla de Rügen conocido como Prora. Esta enorme ciudad de vacaciones, que contemplaba la construcción de más de 10.000 habitaciones, nunca llegó a ponerse en funcionamiento por falta de liquidez debido a la guerra.
El complejo consta de ocho edificios idénticos que se extienden sobre más de cuatro kilómetros a unos 150 metros de la playa. Cada habitación del resort de Prora tiene vistas al Mar Báltico y mide 5 por 2,5 metros cuadrados. Incluían dos camas, un armario y un lavabo, siendo los baños y las duchas comunes.
"Quiero que todos los trabajadores alemanes puedan acceder a unas vacaciones suficientes y que se haga todo lo posible para que todo su tiempo de ocio les proporcione el necesario descanso. Mi deseo es que el pueblo alemán sea mentalmente fuerte", rezaban los panfletos promocionales firmados por el propio Führer.
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