El ayuntamiento de Roma ha emprendido una cruzada contra el turismo incívico. A partir de ahora va a incrementar la vigilancia y las multas contra los turistas que saltan a las fuentes públicas de la capital, que deambulan sin camiseta o que atentan contra los monumentos de la ciudad eterna.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha presentado una ley que prohíbe el mal comportamiento, como comer o beber o escalar monumentos, andar parcialmente desvestido, asaltar las fuentes o poner candados en los puentes. Si bien muchas de las medidas ya existían de forma temporal o rara vez se aplicaban, una votación unánime en el concejo municipal el jueves por la noche las hizo permanentes. Además, desobedecer estas reglas puede suponer la expulsión del centro histórico de la ciudad durante 48 horas, publica Travel Weekly.
"Ya no queremos que la gente se bañe, ni arruine o ensucie monumentos", ha señalado Raggi en una entrevista a AP, donde ha recordado que el centro de Roma es un área protegida por la Unesco y ha prometido "tolerancia cero para los que rodean nuestra ciudad".
La ley de Roma se une a una serie de esfuerzos de las ciudades obstruidas por los turistas de todo el mundo para regular su comportamiento o limitar su número. El año pasado, Florencia emitió una ordenanza con multas de hasta 500 euros para los visitantes que comen en las aceras o en las puertas a la hora de las comidas cerca de sus galerías Uffizi. En el pasado, Venecia ha prohibido a los turistas comer en la Plaza de San Marcos a menos que coman o beban en los cafés de la plaza.
Aún así, Raggi insistió en que Roma da la bienvenida a los turistas, pero planea aprobar multas más altas para los transgresores.El viernes, se pudo ver a la policía local diciéndole a los turistas cerca de la Plaza de España que se pusieran nuevamente los zapatos y dejaran de beber cerveza. Los turistas no son el único objetivo de la ley. También se perseguirá a los lugareños que se visten como centuriones y exigen dinero a los turistas de forma agresiva para que posen con ellos.
Pues están buenos los Italianos en general para hablar de comportamientos groseros e irrespetuosos, cuando se va haciendo turismo.
Ya solo falta que vengan los Ingleses, Chinos y Arabes a pontificar como autoridades en la materia.
No tiene que ver con eso. Si no has vivido en Roma es difícil entender la cantidad de turismo que capta la ciudad. Entiendo que se pida civismo y así te ahorras a los turistas indeseables y tienes a los buenos que se dejan dinero de verdad.