Tiene 95 años, se llama Glyn y fue olvidado hace catorce meses en la sala de espera del aeropuerto de Bristol, cuyo personal ha puesto en marcha una campaña de búsqueda internacional para localizar al dueño de este osito de peluche de principios del siglo pasado.
El muñeco fue hallado en una bolsa de plástico, a principios de 2012, junto a una fotografía que data de 1.918 en la que aparece junto a dos niñas, que según el mensaje escrito en el reverso, se llamaban Dora y Sonia.
“Parece un poco maltratado pero creo que es porque le han dado muchos abrazos”, señala Jacqui Mills, portavoz del aeropuerto de Bristol acerca del estado de Glyn al que le falta un ojo, tiene una oreja colgante y está recosido por varias partes.
Gracias a la difusión de su foto a través de la prensa y las redes sociales esperan localizar al dueño del osito o al menos recabar alguna pista que permita llegar hasta él.
Es el osito del señor Burns!