Subterra Castle: una antigua base estadounidense de misiles en Airbnb

¿Por qué no rememorar la Guerra Fría en los tiempos que corren en un antiguo depósito subterráneo de misiles? En Estados Unidos es posible a través de la plataforma Airbnb. Desde hace seis meses oferta Subterra Castle, alojamiento de origen bélico ubicado en Kansas, en el condado de Wabaunsee.

Subterra Castle albergó una ojiva nuclear hace 65 años y luego fue convertida en una mansión subterránea que abrió sus puertas al público hace unos seis meses. Matthew Fulkerson es el anfitrión del peculiar alojamiento, que, por cierto, ahora mismo no está disponible por encontrarse en medio de una transacción inmobiliaria.  

Fulkerson es el vecino de los dueños de Subterra, Ed y Dianna Peden, quienes viven en el transformado depósito de misiles desde 1994. Desde que se ha dado a conocer en Airbnb el lugar no ha dejado de recibir visitas de medios de comunicación. Las opiniones de los huéspedes, tras dormir bajo tierra y disfrutar del entorno rural, son excelentes.

121 EUROS POR NOCHE

Subterra, asegura el anfitrión, es el primero y único alojamiento de Airbnb ubicado en lo que antes era un silo de misiles ("The First Nuclear Missile Base on Airbnb"). El coste por noche y huéped es de 121 euros.

El búnker transformado en casa está decorado con un estilo bohemio ecléctico, explica Fulkerson en la web de Airbnb. Entre las áreas comunes se puede disfrutar de una sala de música con instrumentos de percusión y de un salón santuario donde se observan símbolos de diferentes tradiciones religiosas. En el exterior hay un estanque, escenario elegido por Fulkerson para casarse con su pareja, a la que conoció en este vestigio de la Guerra Fría. También cuenta con una pista de aterrizaje de hierba.

Eso sí, no es recomendable acudir con niños, pues en esta antigua estructura construida por el Gobierno estadounidense hay restos de componentes industriales que podrían ser peligrosos. Además, es un lugar fresco y con cierto olor a moho en ocasiones. Y las garrapatas, entre otros insectos, están presentes en este entorno rural entre abril y noviembre.