Un avión de Southwest Airlines con 124 pasajeros a bordo aterrizó el pasado domingo en el aeropuerto de Condado de Taney en Hollister, Missouri, cuando en realidad debía haberlo hecho en el de Branson.
Nada más tomar tierra en una pista con la mitad del especio normal para detener un Boeing 737 el piloto se dirigía a los 124 pasajeros a bordo para comunicarles el error. “Damas y caballeros, lamento anunciarles que aterrizamos en el aeropuerto equivocado”.
Uno de los pasajeros señala que “en cuanto tocamos tierra el piloto frenó con mucha fuerza”. “Llevaba puesto el cinturón de seguridad pero salí volando hacia el frente por la fuerza del frenazo. Olía a plástico quemado, un olor muy distintivo a plástico quemado cuando íbamos deteniéndonos”, relata.
La Administración Federal de Aviación y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ya han iniciado una investigación para aclarar lo ocurrido. Se da la circunstancia de que en noviembre, un Boeing 747 que llevaba repuestos a la Base McConnell de la fuerza aérea, en Wichita, Kansas, aterrizó a 15 kilómetros (9 millas) al norte en el aeropuerto Coronel James Jabara.
Bueno. La pista era corta.
Pero muy ancha....