Un Boeing 777 de Air France perdió la tapa de uno de los compartimentos que alojan el tren de aterrizaje poco después de haber despegado del aeropuerto de Pudong, en Shanghai. El aparato se encontraba a 3.700 metros de altura cuando la pieza, de 60 kilos de peso, se desprendió cayendo sobre una fábrica a las alturas de la ciudad. Por fortuna el incidente no causó heridos.
La aerolínea asegura que la pérdida de esa plancha móvil “no afecta a la capacidad de vuelo del avión”. De hecho, el avión continuó hasta París sin incidentes. Air France ya ha iniciado una investigación en colaboración con Boeing para averiguar por qué se cayó esta pieza.
Por su parte, el fabricante ha reconocido un problema de “fragilidad” que afecta a esa plancha y ha pedido a todas las aerolínea que tienen este modelo de avión que revisen el tren de aterrizaje.
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