Un estudiante británico de 19 años, Adam Armstrong, decidió modificar su nombre para evitar tener que pagar una penalización a Ryanair, al considerar, erróneamente además, que le resultaría más caro cambiar el titular del billete que hacerse un pasaporte nuevo, informa el diario ‘The Sun’.
El padrastro de la novia de Armstrong, que fue quien efectuó la reserva, consideró que el apellido que figuraba en el perfil de Facebook del joven era el correcto, cuando en realidad el estudiante utilizaba en nombre Adam West en homenaje al actor que protagonizaba la serie televisiva de Batman.
Convencido de que su billete y el de su novia constituían una única reserva, por lo que Ryanair le cargaría un sobrecoste de 220 libras (110 por cada pasajero) por el cambio de nombre, Adam Armstrong decidió que era más barato hacerse un pasaporte nuevo con un nuevo nombre, algo que costaba 103 libras. El caso es que finalmente resultó no ser así, ya que cada uno tenía su propia reserva, con lo que esta medida tan drástica únicamente le ha ahorrado 7 libras (unos 9,6 euros) frente a las 117 libras que pensaba ahorrarse (unos 160 euros).
Por su parte, Ryanair, que suele recibir quejas por las elevadas penalizaciones que aplica a sus pasajeros en circunstancias variadas, asegura que los clientes son preguntados si los datos de la reserva son correctos en el momento de efectuarla, así como que aplican un “periodo de gracia” de 24 horas para corregir errores menores.
Justifica además este recargo para evitar que personas no autorizadas puedan hacer reservas con un nombre para revender posteriormente los billetes a un precio más elevado cambiando únicamente el nombre de la reserva.
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