El propietario de un piso de seis habitaciones de Madrid, un ciudadano chino, montó un negocio de alojamiento a precio económico dirigido a sus conciudadanos. Por el módico precio de 10 euros la noche, este hotel clandestino, sin permiso ni licencia, ofrecía la posibilidad de hacer noche sobre una silla. El precio podía ascender hasta los 35 euros por estancia en una habitación doble.
Según publica El Mundo, el negocio fue desmantelado el sábado pasado por la Policía Municipal de Madrid, tras varios días de investigación y seguimiento de la actividad del piso. Cuando los agentes registraron la vivienda, el dueño les dijo que las sillas y sillones eran “para la gente que no puede pagar mucho dinero”. Las seis habitaciones de la casa están separadas con tabiques de madera, tienen números y cerradura en las puertas, y dentro tienen sillas, sillones, camas y literas.
Los vecinos han sido testigos del trasiego de personas que ha generado la presencia de este hotel ilegal en el barrio madrileño de Carabanchel. Tanto los dueños del piso como sus clientes eran de nacionalidad china. Además de ofrecerles alojamiento, el presunto hotel vendía comida casera, tabaco y bebidas a sus huéspedes. A parte de por la actividad hotelera ilegal, los propietarios han sido denunciados por tener un servicio de taxis igualmente ilegal con el que transportaban a sus clientes desde y al aeropuerto de Barajas.
Impresionante, desde luego, la picaresca en nuestro sector no conoce límite alguno.